lunes, 15 de agosto de 2016

LA LECTURA PARA MEJORAR LA DICCIÓN

Para aquellos que presentan ciertos problemas de dicción les traigo una serie de ejercicios que mejorarán nuestra expresión oral si se practican periódicamente. 


Básicamente, el trabajo de la mayoría de los locutores es leer un texto, pero si no practicamos las lecturas con frecuencia y no acostumbramos a nuestro aparato vocal en pleno a adoptar ciertas posturas al momento de pronunciar vocablos nos veremos en la molesta circunstancia de equivocarnos en algunas palabras.

Para desarrollar lo que a continuación se propone solo debemos tener a mano un texto de nuestro agrado. No es necesario que sea un texto complicado tipo trabalenguas pero si es así, está bien. Sin embargo aclaro que el ejercicio no consiste en pronunciar bien textos difíciles y ya, sino más bien tomar conciencia de nuestra lectura y la pronunciación de vocablos.

1.- Lectura Silábica:
Este tipo de lectura pretende indicarle o mejor dicho "enseñarle" a nuestro cerebro que las Sílabas son importantes en la dicción. Debido a que aprendemos a leer con "palabras", en la medida que crecemos nos acostumbramos a visualizar y asociar palabras con sustantivos (cosas) entonces,   ocurren defectos de pronunciación u olvido de algunas sílabas, como por ejemplo al final de las palabras (sobretodo cuando terminan en "S").
Para re-educar el cerebro debemos tomar el texto y pronunciarlo Sílaba a Sílaba tomando en cuenta lo siguiente:
- No darle sentido al texto, es decir, tratar que cada sílaba se escuche en un mismo tono (Como si tocaramos una tecla única en un piano).
- Exagerar al pronunciar tanto las consonantes como las vocales.
- Tomar aire diafragmáticamente.

2.- Lectura de Palabras:
Este tipo de lectura viene a complementar la lectura silábica. Acá se tiene que articular al máximo y por supuesto se deben escuchar todas las sílabas que conforman las palabras que decimos. Se debe tener cuidado de:
- Exagerar al pronunciar.
- Cerrar cada palabra. Al igual que en el ejercicio anterior debemos separar cada palabra del texto y no darle sentido al mismo. Debemos pensar que son palabras independientes unas de otras.
- Respirar diafragmáticamente.

3.- Lectura con diferentes velocidades:
En esta parte del ejercicio podemos darle sentido interpretativo al texto; en primera instancia con una velocidad lenta, luego moderada y después lo más rapido (pero con excelente dicción) que podamos. Recordemos que en el trabajo de ser orador ante un público nunca sabremos a que velocidad nos tocará hablar.
Con la práctica constante de estos ejercicios garantizaremos que nuestra dicción estará impecable en todo momento.

Rodolfo Bonaci
@rodbonaci